no hablo desde que tenía 6 años. nadie sabe el por qué, ni siquiera yo.
mi padre dice que es un talento oscuro y
que el día que mi cabeza se decida
a dejar de respirar, será mi último día.
hoy él me ha casado con un hombre
al cual aún no conocí. pronto mi hija y yo le uniremos en su país.
mi esposo dice que mi mudez no le molesta.
él escribe en respuesta exclamando: "Dios ama a las criaturas tontas,
por ende, por qué no yo?"
la paciencia de Dios, pues el silencio
termina afectándolos a todos en el final. lo raro es que yo
no me considero a mi misma como muda, eso es,
debido a mi piano. voy a extrañarlo en este viaje.
oh, qué muerte!
oh, qué oportunidad!
oh, qué sorpresa!
mi intención a elegido la vida!
sin embargo, me asustó a mí y
a los que me rodean sin duda.
doy clases de piano en Nelson.
George me ha construido un dedo de metal, soy lo que
la ciudad llama un fenómeno, lo cual me satisface! estoy
aprendiendo a hablar. mi sonido es
aún muy malo, me avergüenzo. por eso,
practico sólo cuando estoy sola
y en la oscuridad...
en las noches, pienso en mi piano
en su tumba oceánica, y
a veces en mí flotando
sobre él. allí abajo todo
es tan calmo y silencioso que me
urge a soñar. es como una canción de cuna
extraña y así ha de ser; pues es mía.
HAY UN SILENCIO DONDE NUNCA UN SONIDO HA DE HABER
EN LA FRÍA TUMBA, BAJO EL PROFUNDO PROFUNDO OCÉANO.